Traslado del memorial de guerra de Kindu
Fue erigido a principios de la década de 1960 en memoria de los 13 aviadores italianos masacrados en 1961 en Kindu (antiguo Congo Belga), donde habían aterrizado para aprovisionar a la base local de la ONU, cuyos soldados trataban de pacificar a las diversas facciones locales enfrentadas.
Las esculturas sobre las losas de travertino que cubren las cuatro caras fueron realizadas por Pio Manzù y el obelisco se colocó en los jardines frente al aeropuerto de Fiumicino.
A mediados de los años Ochenta se iniciaron las obras para construir una terminal ferroviaria dentro de la terminal aérea, pero se vio que las vías de la rampa de acceso pasarían justo por donde estaba el monumento.
Por tanto, era necesario trasladarlo pero, como Pio Manzù murió prematuramente en el 69′, había que hacerlo sin desmontarlo para no correr el riesgo de dañar los paneles esculpidos.
Por eso, el encargado de toda la obra recurrió a los fabricantes de máquinas para trabajar la piedra, y la propuesta que Pellegrini, junto con el geom. Luigi Madrigali -pionero en el uso del hilo diamantado en las canteras de mármol-, presentó fue utilizar esta tecnología para seccionar el obelisco por su base y trasladarlo en bloque a su nueva ubicación, levantándolo solo unos centímetros del suelo.
Esta fue una de las primeras aplicaciones -sin duda la primera en Italia, hasta el punto de que la prensa especializada la describió como «una operación quirúrgica»- del hilo diamantado en el corte de cemento armado, y se efectuó utilizando una aserradora Diamant Bar accionada por un motor diésel de 60 CV. Una serie de volantes de desvío permitieron guiar el hilo de diamante en la ejecución preliminar de dos «ventanas» en dos caras paralelas del obelisco (vacías en su interior) en las que luego se insertaron las dos vigas que sostendrían el monumento durante el corte en la base y el movimiento posterior.